Acabo de
grabar esta instantánea para siempre al hacerte una foto con la polaroid y al
mismo instante en mi mente. Es una imagen que nunca olvidaré: llevas puestos
tus pantalones de “batalla”, de esos típicos de color verdoso o algo así y
muchos bolsillos, unas zapatillas de deporte y una camiseta de manga corta. Sentado
en el suelo, en la arena, con las piernas cruzadas (la posición del loto =p) y
sobre ellas un cuaderno. Lo tienes ahí para apoyarte mientras escribes. A tu
lado una mochila y por supuesto tu mejor compañera, tu cámara de fotos. Estás lleno
de polvo, hasta en la cara y en el pelo tienes arena y ni que decir de tu pelo…
jamás te había visto tan despeinado. Pero para nada das mala imagen, sino todo
lo contrario. Se te ve feliz, porque te encanta estar así.
lunes, 25 de marzo de 2013
miércoles, 20 de marzo de 2013
según la R.A.E.
kilómetros de sueños.
(Del almalenguaje. ¡que nos vamos de viaje!).
1. f. Relativo a la cantidad de sueños que tenemos y que versan sobre viajes, entendiéndose la unidad métrica en ambos sentidos, cantidad de sueños y referente al recorrido.
2. f. Proyecto de cuaderno de viajes mediante el cual los viajes soñados se llevarán a cabo en el continuo espacio-tiempo.
3. f. Trabajo de búsqueda de información para aplicar al viaje o viajes nombrados en la acepción 2. Véase el manuscrito de Indiana Jones.
martes, 19 de marzo de 2013
The impossible is possible tonight...
Y hoy, como la mayoría de las noches, me dispongo a viajar de nuevo justo cuando cierre los párpados. No sé dónde iré, aunque con la conversación que hemos tenido (que ya de por sí implica varios viajes) creo que seguiré el curso del Danubio pero como si me hubiera tomado un LSD. Ya sabes cómo son mis sueños, quizás la hormiga gigante aparezca de nuevo mientras bajamos en kayak jijijijijijiji Pero bueno, lo importante es que te volveré a ver de nuevo, una vez más. Y quién sabe, puede que incluso hagamos un viaje un poco más lejos de los que hemos hecho...
Te quiero Misifú!
Te quiero Misifú!
004. Ulm
“¿Sabes cuantos escalones tiene esto?” dices mientras vuelves a mirar
escaleras arriba. 768 escalones para subir a la torre más alta de mundo, de
algo más de 161 metros. Muchos escalones y un ascensor, todo sea dicho.
Desde arriba tenemos
la mejor panorama que se pueda imaginar: toda la ciudad y de fondo los Alpes. Esa
imagen se merece la primera foto juntos del viaje, que la acabo pidiendo yo. Ya
sabía que me tocaría a mí…
Al salir volvemos a
contemplar, esta vez desde abajo, la impresionante torre gótica a la que
acabamos de subir. Torre gótica en una catedral gótica, como no podía ser de otra forma. Por lo tanto es inevitable la
comparación con la catedral gótica que nos es más familiar y, como muy puestos
no estamos en arte, casi ni vamos a encontrar tantas diferencias. Además, nos sale la vena castiza y la nuestra gana por goleada a la que acabamos de ver, aunque dejamos comentarios condescendientes del tipo "pero aun así es muy bonita ¿eh?"
Un rato después, no sé
exactamente cuánto tiempo, estamos contemplando de nuevo esa misma torre pero desde la otra ribera del río, sentados como dos
viejecillos en un banco del parque, que es atravesado por el Danubio a su paso
por la ciudad, tomando el sol y hablando tonterías, culpa en parte del
cansancio que acentúa ya de por sí nuestra predisposición a las charlas que se van de la mano.
Antes de que decidas
tirarte en el césped y quedarte dormido me levanto y te animo a que hagas lo
mismo. Nos quedan unas horas solo antes de cambiar de ubicación y antes hay que
ir a perderse por el barrio de los pescadores y el de los curtidores. Y sí, perdernos
literalmente, porque decidimos guardar el mapa y adentrarnos en él durante un
buen rato sin un rumbo definido, solo limitándonos a pasear, contemplar sus
calles y edificios, pararnos en alguna que otra tienda y sentarnos al sol a
tomarnos un café, empapándonos de la historia que ha recorrido durante siglos
estas calles. Imaginando que en tal o cual edificio pasaba tal historia. Creo que
tenemos demasiada imaginación, pero es lo que nos hace disfruta al máximo del encanto que atesora cada ciudad o pueblo, por muy pequeños o poco conocidos que sean.
Al pasar por encima de
los puentes de piedra intentamos calcular la edad de éstos y nos
imaginamos en el balcón de la casa que justo asoma al rio. Nos contamos como
será vivir allí, en invierno con el frío, y resaltamos la belleza de esta
pequeña ciudad de 120 mil habitantes. Sabemos que podríamos camuflarnos
entre ellos y pasar totalmente desapercibidos, lo cual nos lamentamos de no haber
elegido pasar un día más aquí, pero ya es tarde para llorar.
Antes de volver a
ubicarnos en el mapa me lamento en voz alta de que la ciudad natal de Einstein
no tenga más referencias a él. Abres el mapa, nos ubicas, tú, siempre tú, como
tenga que hacerlo yo seguro que volvemos a perdernos, y partimos para la
estación. Otro pequeño viaje, porque por ahora todos han sido cortitos. Pero deseando
llegar, darnos una ducha y dormir.
003. Sigmaringen
Creo que el autobús ni siquiera se había
puesto en marcha cuando ya estábamos los dos dormidos. Ni el hambre nos podía mantener despiertos. Teníamos
una hora, o poco más, para dormir antes de llegar a Sigmaringen y bien que la
aprovechamos. De hecho, hasta te extrañaste cuando llegamos al final del trayecto y comprobaste que mi cara estaba hinchada. Empezaste a hacerme cosquillas diciéndome que era una dormilona y yo te lo negaba, pero la cara ahora resulta también que es el espejo del "¡no veas que siesta!"
A eso de las dos de la tarde estábamos
sentados en un banco a orillas del Danubio comiendo un bocadillo que habíamos
comprado un par de horas antes en Donaueshingen, hablando y mirando, o más bien
admirando, la arquitectura del pueblo. Un pueblo de unos 16 mil habitantes
emplazado en lo alto de un peñasco en el extremo de uno de los numerosos valles
del Danubio y vigilado desde el emplazamiento más alto del pueblo por un
castillo de la edad media.
“El pueblo entero parece de cuento”
pienso mientras paseamos por sus calles buscando una cafetería donde poder
tomarnos, más bien tomarme yo, el café que con tanta insistencia y exigencia te
he pedido. Y justo antes de decidirnos por uno pasamos por delante de la
iglesia. “La kirche”, te digo mientras río, para después añadirte que no me
mires así. (Imagina cual es tu cara…). Creo que los dos pensamos en lo mismo y
nos reímos, al menos por dentro aunque en el exterior solo reflejásemos una
sonrisa, al entrar en esta austera iglesia que en su interior se convertía en
el extremo opuesto. Sí, al leer la pequeña historia en un folleto de la entrada
descubrimos que esta sería la primera de las muchas veces que veríamos, leeríamos o escucharíamos eso del estilo rococó. O como tú lo rebautizas el "recargaorococó",
No podemos estar mucho tiempo más
aquí. Nos espera otro autobús y otra hora de camino para llegar a la primera
ciudad del recorrido. En un día dos pueblos, no nos ha quedado otra. Son tan
pequeños que ni sabíamos si habría algún lugar en el que pasar una noche así
que, para no arriesgar, pillamos el último autobús del día. Dormiremos en otro
sitio y mañana, como se dice, “será otro día”
lunes, 18 de marzo de 2013
Y yo te buscaré...
Isla de pascua. Groenlandia (canción que me dio unos meses atrás por cantarte) Nos encontramos de viaje por América del Sur y te he estado dando la paliza en cada país que pisábamos para que no nos dejáramos atrás de ninguna de las maneras la Isla de Pascua. Incluso en pleno Machu Pichu, donde apenas nos dirigimos la palabra maravillados de lo que estamos viviendo en ese momento, en esa ciudad perdida en medio de las montañas. Incluso en ese momento te vuelvo a decir "Pues en la Isla de Pascua seguro que tenemos una sensación igual o mejor a ésta". Sí, súpermegahiperpesado jejejejej.
Hacemos el viaje en avioneta desde Santiago de Chile. La avioneta por supuesto igual que la de las películas de Indiana Jones, con todo tipo de aves de corral en la bodega junto con nosotros. (Ver Indiana Jones de nuevo para meterte mejor en la imagen)
Llegamos a ésta mágica isla donde tenemos una de las conversaciones más apasionantes de nuestro(s) viaje(s). Una isla remota perdida de la mano de dios, con esos ídolos tallados en piedra, rodeada por miles de kilómetros de aguas oceánicas... qué mejor marco para hablar del origen del universo, de como la civilización se instauró allí, cómo desapareció... típico de documentales que se ponen a las 3 de la tarde en La 2 y sirven de acompañamiento de siesta; y para nosotros son precisamente horas y horas bajo las estrellas o sol abrasador, no sé que tiempo hace por allí, con eso de que esta a la misma latitud de chile, capaz de nevar y tó :P
Prometo una buena entrada al estilo "Nesias" sobre esta maravilla del mundo. Hoy sólo es mi sueño :-)
002. Donaueschingen
Quiero una Schwarzwaldtorte o
lo que es más fácil, una “tarta de la selva negra” (bendito minidiccionario de alemán para viajeros que traíste!). Ya que estamos aquí, hay
que comer algo típico. Un buen desayuno para reponer fuerzas después de un
viaje largo en tren en el que aunque con camas, no pudimos apenas dormir, antes
de colgarnos otra vez las mochilas e ir rumbo al primer objetivo que nos hemos marcado. El punto de partida.
Una fuente redonda en medio de los jardines de un palacio cuyo nombre no
sabemos, o no recordamos ya por lo extraño que se nos hace el nombre en alemán,
aunque tú de este idioma tengas más conocimientos que yo (no te lo creas mucho jajajaja). No tiene mucho más
atractivo que el simbolismo mismo de que es, o dicen que es, el emplazamiento
exacto del nacimiento del Danubio. No puedes irte del lugar sin hacer antes el primero de tus apuntes frikis que, al igual que las anécdotas que me pides que te cuente sobre cualquier tema, adornarán el viaje, "fuente es Brunnen, y ya aunque llevemos poquito aquí sabes que Schön significa bonito, así que ya sabes cual es el nombre del edificio megahiperrecargaorococó más famoso del mundo germano!!!!"
Alguna foto aquí y allá y poco más para el recuerdo y alguna anotación en
el “cuaderno del viajero”. Tampoco hemos investigado mucho más en qué tiene de
atractivo Donaueschingen. No es el sitio o el momento lo que importa, es la imagen que se queda
grabada en mi mente, y sé que en la tuya también: tú (y yo) en el lugar que inmortaliza las primeras notas de la obertura de nuestra sinfonía particular, esa que iremos componiendo sobre la melodía que nos susurra este Danubio azul eterno que con su firme batuta marcará nuestros pasos.
domingo, 17 de marzo de 2013
Km. 0
Recuerdo mucho el instante en que empezamos a ser uno, ese instante que nos llevó a hablar de Antigua Guatemala. Fue la primera vez que hablamos sobre hacer viajes y yo te decía que me encantaría vivir allí y quedarme aprendiendo algún oficio artesanal a lo 'Into the Wild'. Fue entonces cuando me dijiste que tú pensabas de la misma manera respecto a los viajes y las diferentes formas que hay de experimentarlos, y que te había gustado encontrar una persona que disfrutara los viajes de la misma manera en que los intentabas vivir tú. Justo después de eso me hablaste de tus varios viajes a Marruecos y que, aunque fueras acompañada de más personas, sentías que ellos no estaban allí por lo mismo que tú y no eran capaces de sentir ese lugar y ese momento a través de sus cinco sentidos.
Supongo que esa anécdota que hablamos fue lo que llevó a mi subconsciente la imagen de una Antigua en muchas situaciones distintas. Hay una en la que estamos nosotros en una de las pequeñas plazas llenas de librerías, donde andas comprando compulsivamente escritos de poesía lationamericana, los cuales me lees mientras yo medio sentado/tendido en un banquito veo a la gente pasar o simplemente miro el cielo fijamente pensando en lo lejos que estoy de lo que se puede llamar mi casa, respirando el aire que es distinto a todo el aire que alguna vez he podido respirar.
Hay otro momento en los que nos imagino en una de las decenas de casas que estuvimos mirando para hacernos a la idea de cuánto valdría comprarse o alquilar una casa allí, todas demasiado grandes para dos personas que sólo pasarían la noche allí para descansar, puesto que vivir esa ciudad y hacer excursiones por toda la provincia era nuestra primera y única prioridad.
Antigua Guatemala, el principio de mi aventura más apasionante. El Km. 0 de nuestra pasión, nuestra amistad.
Epifanía
Ahí estaba, repitiéndome a mí mismo con los ojos cerrados, mañana lo clavo, es que lo clavo! Estos de Cambridge me van a dar palmaditas en la espalda cuando salga de allí.
En eso que las neuronas empiezan a crear otras conexiones y de repente aparezco viéndome, viéndonos en una serie sucesiva de lienzos en los que todo ocurre rápidamente con una voz en off mental que me lo va narrando todo. En realidad no es nada nuevo, lleva bastante tiempo repitiéndose en mi cabeza.
He de avisar que puede que no sea muy placentero y que acabe haciéndote sentir mal o creándote sensaciones horrendas por lo que mi cerebro pueda pensar en algunos momentos, pero ya sabes que no somos ya ni dueños de nuestras propias mentes, pensamientos, subconscientes y toda esa parafernalia. No sé ya si tanta evolución habrá sido buena para el ser humano, porque el cerebro nos crea una ilusión completamente falsa de autocontrol y ciertamente, no soy capaz de domarlo. Me acabo de convertir por momentos en un psiquiatra de primer año que ha suspendido el primer cuatrimestre entero....
Se me acaba de venir esto, que creo de alguna manera anda relacionado con lo que acabo de escribir.
Primer escollo solucionado, sé enlazar vídeo!
Se trata de un presente/futuro alternativo, en el que estamos hablando y nos vamos a India. De todas las veces que he soñado eso, ésta ha sido la más detallada sin ninguna duda.
Tú has abandonado la quimioterapia y te aventuras a vivir la experiencia más importante de tu vida por todo lo que ello conlleva, y yo no paro de sentirme extasiado porque una persona haya decidido dar ese paso cogida de mi mano. No sé cómo definirlo, he dicho extasiado pero en realidad no lo sé, porque es como un honor o algo así, no sé de veras.. no sé que sensación es, maldito lenguaje...
Cuando llegamos al hostalillo de Varanasi (sí, siempre ocurre allí, todo) dejamos nuestras mochilas y nos tiramos en la cama destrozaísimos del viaje, pero no duramos ni medio minuto porque estamos deseosos de bajar al ghat más cercano que tengamos y poder respirar esos olores, que sé que me acompañarán toda la vida.
Una vez estando allí sentados se nos acerca un chavalillo de unos 10 años que quiere vendernos ofrendas para poder lanzarlas al río. Yo le digo que no se las vamos a comprar pero que si al día siguiente a las 7 de la mañana está en la puerta del hostal donde nos alojamos, le pagaremos muy bien para que nos haga de guía, a lo que nos contesta que sí efusivamente y con una sonrisa que no le cabe en su cara.
Al día siguiente cuando bajamos, nos lo encontramos en la puerta diciendo que lleva ya diez minutos esperándonos. Aquí los lienzos se tergiversan, porque recuerdo estar con él en distintos sitios durante dos o tres días, pero la siguiente parte de la historia que vuelve a ser detallada ocurre con una persona más. En los siguientes días se presenta con su hermanilla, dos añitos menor que él que nos quería conocer desde que el chico contó en su casa que está haciendo de guía a unos españoles recién llegados a la ciudad. Es más, a ver si consigo capturar la esencia de todo este lienzo. Estamos en un ghat, pueden ser las 5 o 6 de la tarde, solazo hindú como pocos en el mundo. Los cuatro sentados, nosotros dos un escalón más arriba que ellos, tú con las manos sobre los hombros del chico y yo sobre los de la chica. Estamos diciendo tonterías para salir sonriendo en la foto que nos están a punto de echar con la polaroid que al final adquirimos. Le pedimos al buen samaritano que nos la está haciendo que vaya cogiendo las fotos que escupe la cámara, queremos varias para poder tener todos una copia. Ni qué decir que la foto es la más preciosa que voy a poder conservar en mi vida, a pesar de mis caretos, pero es que salís todos geniales y es un momento que quiero guardar en mi mente para siempre. De hecho me veo a mí mismo intentando grabarlo todo como si mi cabeza fuera una cámara de vídeo. Quiero que todas esas sensaciones afloren en mí cada vez que piense en ese momento.
En eso que las neuronas empiezan a crear otras conexiones y de repente aparezco viéndome, viéndonos en una serie sucesiva de lienzos en los que todo ocurre rápidamente con una voz en off mental que me lo va narrando todo. En realidad no es nada nuevo, lleva bastante tiempo repitiéndose en mi cabeza.
He de avisar que puede que no sea muy placentero y que acabe haciéndote sentir mal o creándote sensaciones horrendas por lo que mi cerebro pueda pensar en algunos momentos, pero ya sabes que no somos ya ni dueños de nuestras propias mentes, pensamientos, subconscientes y toda esa parafernalia. No sé ya si tanta evolución habrá sido buena para el ser humano, porque el cerebro nos crea una ilusión completamente falsa de autocontrol y ciertamente, no soy capaz de domarlo. Me acabo de convertir por momentos en un psiquiatra de primer año que ha suspendido el primer cuatrimestre entero....
Se me acaba de venir esto, que creo de alguna manera anda relacionado con lo que acabo de escribir.
Primer escollo solucionado, sé enlazar vídeo!
Se trata de un presente/futuro alternativo, en el que estamos hablando y nos vamos a India. De todas las veces que he soñado eso, ésta ha sido la más detallada sin ninguna duda.
Tú has abandonado la quimioterapia y te aventuras a vivir la experiencia más importante de tu vida por todo lo que ello conlleva, y yo no paro de sentirme extasiado porque una persona haya decidido dar ese paso cogida de mi mano. No sé cómo definirlo, he dicho extasiado pero en realidad no lo sé, porque es como un honor o algo así, no sé de veras.. no sé que sensación es, maldito lenguaje...
Cuando llegamos al hostalillo de Varanasi (sí, siempre ocurre allí, todo) dejamos nuestras mochilas y nos tiramos en la cama destrozaísimos del viaje, pero no duramos ni medio minuto porque estamos deseosos de bajar al ghat más cercano que tengamos y poder respirar esos olores, que sé que me acompañarán toda la vida.
Una vez estando allí sentados se nos acerca un chavalillo de unos 10 años que quiere vendernos ofrendas para poder lanzarlas al río. Yo le digo que no se las vamos a comprar pero que si al día siguiente a las 7 de la mañana está en la puerta del hostal donde nos alojamos, le pagaremos muy bien para que nos haga de guía, a lo que nos contesta que sí efusivamente y con una sonrisa que no le cabe en su cara.
Al día siguiente cuando bajamos, nos lo encontramos en la puerta diciendo que lleva ya diez minutos esperándonos. Aquí los lienzos se tergiversan, porque recuerdo estar con él en distintos sitios durante dos o tres días, pero la siguiente parte de la historia que vuelve a ser detallada ocurre con una persona más. En los siguientes días se presenta con su hermanilla, dos añitos menor que él que nos quería conocer desde que el chico contó en su casa que está haciendo de guía a unos españoles recién llegados a la ciudad. Es más, a ver si consigo capturar la esencia de todo este lienzo. Estamos en un ghat, pueden ser las 5 o 6 de la tarde, solazo hindú como pocos en el mundo. Los cuatro sentados, nosotros dos un escalón más arriba que ellos, tú con las manos sobre los hombros del chico y yo sobre los de la chica. Estamos diciendo tonterías para salir sonriendo en la foto que nos están a punto de echar con la polaroid que al final adquirimos. Le pedimos al buen samaritano que nos la está haciendo que vaya cogiendo las fotos que escupe la cámara, queremos varias para poder tener todos una copia. Ni qué decir que la foto es la más preciosa que voy a poder conservar en mi vida, a pesar de mis caretos, pero es que salís todos geniales y es un momento que quiero guardar en mi mente para siempre. De hecho me veo a mí mismo intentando grabarlo todo como si mi cabeza fuera una cámara de vídeo. Quiero que todas esas sensaciones afloren en mí cada vez que piense en ese momento.
Vivimos
la mayoría de los momentos con ellos: vamos por la noche a ver el ritual que se
produce a orillas del Ganges y no paramos de preguntarles qué es lo que están
diciendo y cual es la historia detrás de todo esto, nos dan de comer de sus
puestos callejeros favoritos, todo tipo de dulces y demás parafernalia que
nunca habríamos disfrutado si no fuera por ellos, rincones mágicos escondidos
de cualquier turista con su Lonely Planet…
He titulado así la entrada porque de veras la siento que mi cabeza se traslada a esa realidad aunque sea con detalles distintos y transcurra de otra forma.
Te
preguntarás por qué dije que podría provocarte sensaciones que no fueran
placenteras y es por todo lo que esto conlleva… Dura bastante tiempo pero luego
llega el momento inevitable, y no
deja de ser un cúmulo de emociones, de hecho siempre me despierto llorando,
pero estás tan serena en mi cabeza, tan en paz, tan feliz.. no sé cómo
describirlo, no sé si hablando contigo me saldría algo mejor. Pero se me pasan muchas imágenes que no
sé cómo poner en palabras.
De
veras, ni idea de cómo expresarlo.
Y lo peor de todo es que esto no hace ni la mitad de justicia a lo que he
experimentado. Al final me resulta una chapuza comparada con lo que mi cabeza
tiene dentro.
jueves, 14 de marzo de 2013
Las “Nesias”: Poli, Mirco y Mela
Polinesia, Micronesia
y Melanesia son tres de las 5 divisiones geográficas de Oceanía, donde las dos
principales y más claras de observar tanto geográfica como políticamente son
Australia y Nueva Zelanda.
Estas tres divisiones
no tienen tan claros sus límites o fronteras, ya que éstos están más
difuminados debido al gran numero de islas que los forman y a que la división
se hace solo de forma referencial y evocando a criterios de similitudes étnicas
y geográficas.
Por ello, la
diversidad de opiniones ante esta división es enorme y a veces lleva a grandes
confusiones.
El criterio más
tradicional y apoyado divide estas tres regiones de la siguiente manera:
Es curioso y obligado
mencionar, que las subdivisiones de estas tres regiones de Oceanía no tienen por
qué ser parte de forma íntegra de una sola de las tres divisiones, ya que en
ocasiones forman parte de más de una, aunque se asocia al territorio en la que
mantienen la mayor parte de sus islas o extensión
Micronesia:
Formada por unas dos
mil Islas, divididas estas en ocho territorios de los cuales Guam, Wake y las
Islas Marianas del Norte pertenecen a Estados Unidos. Los otros cinco, Palaos,
Estados Federados de Micronesia, Islas Marshal, Nauro y Kiribati son
independientes.
Dentro de esta
subdivisión hay que considerar que Guam forma parte del archipiélago de las
Marianas, que Palao y los Estados Federados de Micronesia son las Islas
Carolinas y que las Islas Gilbert pertenecen a Kiribati.
Melanesia:
Son las más
diferenciadas tanto étnica como geográficamente tanto de Polinesia como de
Micronesia.
Su núcleo está formado
por Papúa Nueva Guinea, Salomón, Vanuatu y Nueva Caledonia. Y en la periferia
podemos encontrar las Islas de Nueva Guinea, que pertenecen tanto a Papúa Nueva
Guinea como a Nueva Guinea Occidental, las Islas Bougainuille, Islas Trobiand y
el archipiélago de Bismark que forman parte de Papúa Nueva Guinea, las Islas
Vanuatu, de Vanuatu, las Islas de Nueva Caledonia, de Nueva Caledonia, el
archipiélago de las Islas Salomón, perteneciente a la Mancomunidad Británica de
Naciones y las Islas del Estrecho de Torres.
Polinesia:
Es la división más
tradicional de Oceanía y está formada por unas mil islas, la mayoría
dependiente de otras regiones o países.
Formada por: Las Islas
Hawái (EE.UU.), Islas Fénix y de la Línea (Kiribati), Islas Tuvalu (Tuvalu),
Islas Tonga (Tonga), Nive y el archipiélago de Tokelau (Nueva Zelanda), Islas de
Walli y Futunal (Francia), Samoa, Samoa Estadounidense (EE.UU.), Islas Tubuai, Islas
de la Sociedad, Islas Tuamotu, Islas Marquesas,
Islas Australes y Rapa (Polinesia Francesa, Francia), Islas Pitcarin (Reino
Unido) y las Isla de Pascua (Chile)
Es evidente y normal
la confusión entre regiones, divisiones, subdivisiones, archipiélagos, islas,
etc que conforman las tres regiones de Polinesia, Melanesia y Micronesia pero
se hace más fácil de entender si no se intenta poner fronteras y líneas concretas
que las dividan. Lo más comprensible es verlas como zonas geográficas que
pertenecen a políticamente a otros estados y no como zonas independientes unas
de otras. Es una similitud a lo que puede ocurrir por ejemplo, y de forma más
simple en los Alpes, que es una cadena montañosa en el centro de Europa que
pertenece a distintos estados. Situándolo en el mapa de Europa se pueden trazar
las líneas que dividen a cada país de forma clara, pero no es tan claro que tal
o cual montaña pertenezca de forma exclusiva a un solo país, al igual que
ocurre con las islas de esta zona, pero en mayor proporción.
Mejor que tanto lio
geográfico y de fronteras es quedarse con la maravilla natural que agrupan y la
belleza que las rodea.
Por mí, encantada de
visitarlas una a una, aunque nunca llegase a aclarar donde realmente he estado.
sábado, 9 de marzo de 2013
001
Esperar.
Me queda más de una hora en el aeropuerto para embarcar y unas cuantas
horas más hasta llegar al destino, nuestro destino. Tú llegarás un rato antes
que yo a pesar de que a tu avión le quedan aún algunas horas para despegar y
que, debido a la diferencia horaria, todavía sigas durmiendo. Es la ventaja que
tienes al estar en Europa y yo la desventaja que tengo de estar casi en la
otra punta del mundo.
Me río sola recordando la conversación que hemos tenido hace un rato, mientras amanecía para mí sin haber pegado ojo de los nervios. Tú has caído rendido
hace un momento, no sin antes decirme otra vez que sacase cosas de la mochila
para que no pesase tanto.
Antes de apagar el móvil te dejo un mensaje para que lo leas cuando te
despiertes “Buenos días, nos vemos en un
rato ;D “
Me paso el vuelo entre música y ensoñaciones, imaginando como será el
viaje y poniéndole banda sonora a cada instante.
Todo está pasando más deprisa de lo que había previsto y para cuando soy
consciente de ello estoy de nuevo viajando, pero en otro medio de transporte,
esta vez en tren, y contigo al lado.
La primera estación es el aeropuerto, aunque solo es un parón provisional
para hacer un cambio y dirigirnos a la que será la primera parada del camino.
Te observo mientras tú miras por la ventana, me miras y te sonrío, me
devuelves la sonrisa y vuelves a perderte en el paisaje, entonces yo vuelvo a
lo que tengo entre las manos. Sigo revisando la ruta, los medios de transporte,
que es interesante para que nos paremos y que podemos pasar de largo, etc. Estás
completamente despreocupado y me dejas a hacer todo, y aunque estoy sorprendida
de ello, te dejo estar absorto en el paisaje. No sé realmente si estás mirando
lo que se ve pasar por la ventanilla del vagón o solo te limitas a mirar al
vacio y realmente estás en otra cosa.
Me estoy cansando de revisar una y otra vez este cuaderno, ya me lo sé de
memoria. Mejor lo dejo de nuevo en la mochila y me uno a ti en el empeño de
escrutar el paisaje. Te das cuenta de que he dejado el cuaderno y acto seguido
me pasas uno de tus cascos. Al oír lo que suena me doy cuenta que no me lo has
dado solo para escuchase lo mismo que tú sino para que sintiese lo que estas
sintiendo mientras oyes y observas a través del cristal.
000. Pistas
A la izquierda el Brigach, a la
derecha el Breg.
Se unen los dos en el comienzo del que será un recorrido de casi tres mil kilómetros, por más de cincuenta ciudades.
Un recorrido que comienza en la selva negra y que acabará en el mar negro.
Se unen los dos en el comienzo del que será un recorrido de casi tres mil kilómetros, por más de cincuenta ciudades.
Un recorrido que comienza en la selva negra y que acabará en el mar negro.
Uno a uno viviremos cada kilómetro
recorrido y haremos de ellos una experiencia que creo que nunca podremos
olvidar, una de esas que contaremos a nuestros hijos o nietos una y otra vez.
No sabemos cuánto tiempo durará, todo
dependerá de la belleza de cada momento y de lo que nos atrape cada lugar, ya
que éstos serán los determinantes del tiempo de duración de cada parada.
Mi maleta ya está llena con todo lo
necesario: mi mente, mi imaginación, un bolígrafo y unos cuantos papeles en
blanco y lo más importante, tú
¿Te vienes?
Adivina donde, aunque seguro que ya
lo sabes.
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